2013 en Colombia: año de la inquisición

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A pesar de las buenas noticias que se dieron a lo largo del año, como lo acaba de anunciar en su discurso el Presidente Juan Manuel Santos, el año 2.013 en Colombia, desde nuestro punto de vista, se caracterizó por ser el año de la Inquisición, ya que el Alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, y el Alcalde de Santa Marta, Carlos Caicedo, los dos únicos mandatarios, ex guerrilleros, que llegaron al poder por medio de elección popular después de haberse acogido a un proceso de paz, han sido tratados como “herejes” por las fuerzas políticas que perdieron el poder en ambas capitales Colombianas.

En el caso particular de Bogotá, como lo señala Petro en la recusación que le acaba de presentar al Procurador "las obras de Alejandro Ordóñez y su militancia política y religiosa nos han mostrado minuciosamente su reconocida postura reaccionaria, ultra-católica, tradicionalista, monárquica, anti-democrática, anti-constitucionalista, jerárquica, restauradora, anti-independentista, contraria a los derechos de homosexuales, anti-abortista, anti-antropocéntrica, anti-pluralista, teocéntrica, antiliberal y anticomunista”.

Colombia y el mundo saben que esta arremetida obedece a un complot que se está maquinando contra la democracia, contra el proceso de paz que se está discutiendo en La Habana y contra los sectores de izquierda, ahora seguramente la cogerán contra Marcelo Torres, el Alcalde de Magangué del Partido Verde que derrotó a la “Gata” y contra Luis Tete, Alcalde de Ciénaga del Polo Democrático, a quienes en pasado editorial llamamos “Los 4 jinetes del Cambio” y seguramente también se la aplicarán a Sergio Fajardo, el único Gobernador independiente y de centro izquierda con que cuenta Colombia y después continuarán contra los actuales y nuevos parlamentarios como ya lo hicieron con Piedad Córdoba. ¿En qué país vivimos? ¿Qué democracia es esta?

De todos es sabido que delante y detrás de este complot están todas las fuerzas reaccionarias, conservadoras, paramilitares y ultra derechistas en Colombia que han sido derrotadas y desalojadas del poder político encabezadas por el ex presidente del ubérrimo, de acuerdo con las declaraciones autorizadas de Otty Patiño y del confeso coautor del cartel de las contrataciones Emilio Tapias.

Pero los colombianos nos hacemos estas preguntas: 1°. ¿Se permitirá en Colombia que los alzados en armas, acogidos a un proceso de paz, puedan gobernar, así tengan el respaldo mayoritario en las urnas?

2º. ¿Es delito en Colombia gobernar con transparencia, sin corrupción, sin entregar el Estado a las fauces de la politiquería y el clientelismo en los concejos y  asambleas que tanto criticamos?

3º. ¿Es delito en Colombia defender lo público y no es delito defender y apoyar lo privado?

4º. ¿Se puede intentar en Colombia implementar modelos de ciudad más humanas, incluyentes, ambientalmente sostenibles, progresistas y con equidad social?

5º. ¿Se puede en Colombia negar el derecho al debido proceso y pisotear el sagrado derecho a elegir y ser elegidos, elementos centrales de todo Estado social de Derechos?

Está claro entonces que tanto Petro como Caicedo por su pasado guerrillero, por enarbolar banderas de cambio, por actuar de manera diferente ante sus respectivos concejos y la clase política, por defender lo público, por tratar de implementar ciudades más humanas, ambientalmente sostenibles y progresistas, por estas actitudes pretenden sacarlos de un plumazo de sus cargos, negándoles el debido proceso, porque aunque se diga que no hay contra el Alcalde de Santa Marta ningún proceso, no hay garantías con su separación que vuelva al cargo o de que su investigación termine en el tiempo, como es el caso de la verdad segura y buena fé guardada ocurrida con el ex Gobernador Omar Díazgranados, que aún hoy, después de tres años, esa investigación no ha culminado.

Como sobre las obras realizadas por Petro en Bogotá se ha escrito mucho, hagamos hoy lo propio con Santa Marta y empecemos con sinceridad por preguntar: ¿Cómo estaba Santa Marta hace dos años al llegar el nuevo Gobierno? Todos recordamos que la Madre de la Historia y la Cultura en Colombia ha venido padeciendo grandes e históricos problemas y necesidades sin resolver, entre los cuales destacamos los 5 más importantes, que son:

  • Una ciudad sitiada y tomada por las bandas criminales, intimidada, extorsionada y boleteada, que a los 7 días de llegado el gobierno le organizaron un paro armado.
  • Una ciudad en quiebra sumida en la vergonzosa Ley 550.
  • Una ciudad con 16 entidades con más de dos Décadas en “procesos de liquidación”, impactando las arcas del Distrito y de todos los samarios.
  • Con un caos vehicular y un altísimo índice de accidentalidad y de mortalidad producto del auge del mototaxismo.
  • Una ciudad sin norte, sin rumbo y sin ninguna planificación, con grandes falencias en vivienda, en trabajo, en los servicios públicos de agua y alcantarillado y con sus instalaciones deportivas destruidas y algunas inexistentes.

¿Qué ha pasado en estos dos primeros años de Gobierno en Santa Marta?

Con la creación y fortalecimiento de la Policía Metropolitana se ha recuperado la ciudad de las manos de las Bandas Criminales, la ciudad ha perdido el miedo y se le siguen dando golpes contundentes a estas bandas hasta que se logre hacer desaparecer de la ciudad todo su accionar de violencia, extorsión y boleteo.

Se recuperó fiscalmente al Distrito y fue sacado de la vergonzosa Ley de quiebras o Ley 550, obteniendo a partir de este año la suma anual de 8.000 Millones de pesos que le permitirán a la administración apalancar proyectos de inversión, cifras que antes no existían.

Se acabó con una aberrante e histórica situación de corrupción al cerrar de manera definitiva 16 entidades en liquidación que durante más de dos décadas venían impactando las arcas del Distrito y por lo tanto de todos los samarios, recuperándose el Teatro Santa Marta, símbolo de las actividades culturales en la ciudad, y el lote más importante del Distrito de Santa Marta, ubicado en la antigua central de Transportes.

Con la decisión de eliminar el Parrillero hombre en las motos, se logró, por un lado, bajar los índices de accidentalidad en un 70 % y mejorar el caos vehicular y los asesinatos desde las motos en un 10 %.

Con la creación de la Ley 1617 sobre Distritos, el Alcalde logró impulsar el más amplio ejercicio de Planeación Participativa en la ciudad para dotarla del Plan Maestro 5º Centenario, con miras a celebrar sus primeros 500 años de Fundación en el 2.025, lo cual representará la puesta en marcha de 15 Megaproyectos que le permitirá resolver sus problemas más sentidos como el Plan Maestro de acueducto y alcantarillado, construir el nuevo aeropuerto, el tan soñado teleférico a ciudad perdida, en fin, dar un salto hacia el desarrollo y poder contar con una Santa Marta más amable, integradora, competitiva y con un potencial turístico de talla internacional, obras que permitirán invertir 2 Billones de pesos, cifra histórica que con los ingresos actuales para inversión duraríamos en realizar estas obras unos 250 años.

La conquista para la ciudad de la sede de los XVIII Juegos Bolivarianos para el año 2.017, representará su lanzamiento Internacional como nunca antes, permitirá crear la Villa Deportiva para que podamos aspirar en el futuro a nuevas y más grandes competencias deportivas Internacionales, logro que representa la inversión de 500 Mil Millones de pesos, cifra que con nuestros ingresos actuales podríamos alcanzar en unos 62 años y medio, para poder realizar estas obras.

Finalmente, quiérase reconocer o no, con la gestión del Alcalde ante el Gobierno Nacional, se están construyendo 4.000 viviendas de Interés Prioritario para los desplazados y los sectores más vulnerables de nuestra población, lo cual ayudará como nunca antes a bajar la demanda de vivienda.

Con esta visión es como hemos visto que se ha venido trabando en estos dos años, sin descanso, combatiendo la corrupción, trabando con transparencia, sin entregarse a la politiquería y al clientelismo, pensando en una ciudad con más equidad social, más incluyente, con vivir en el futuro en una ciudad pujante, moderna, competitiva, con un turismo de talla Internacional, pensando dejar a las nuevas generaciones de samarios, como ha debido pensarse siempre, en una ciudad ambientalmente sostenible, progresista y en paz.

Si por este esfuerzo y por estos sueños quieren sacar al Alcalde del gobierno, a pesar de ser respaldado por más del 70 % de los electores de la ciudad, no toca sino decir que nuestra democracia está enferma y a punto de morir…Pero de pie los ciudadanos y los demócratas seguirán luchando y defendiendo la democracia, que se respete el debido proceso y el sagrado derecho de los ciudadanos a elegir libremente y que su decisión sea respetada y pase lo que pase seguiremos luchando por tener a una santa Marta y una Colombia diversa, progresista y en paz. Todos saben que no votamos ni por Petro ni por Caicedo, pero la democracia debe respetarse, al igual que nuestro punto de vista sobre este y sobre cualquier tema, tal como nosotros respetamos los de los demás. Feliz año para el 2.014.

Por Jorge Agudelo

Tomado de revistanuevosdias.com