Desacuerdo en negociaciones hacen inminente la huelga en El Cerrejón

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Sin resultados, este sábado termina etapa de arreglo directo. Cicatería de la empresa es obstáculo para negociar, dice el sindicato. Amenazas contra dirigentes sindicales enrarecen la negociación.

Por Agencia de Información Laboral
Escuela Nacional Sindical

A sólo un día de terminar la etapa de arreglo directo entre las comisiones negociadoras de Sintracarbón y Carbones El Cerrejón (incluido el período de prórroga), subsisten grandes diferencias que impiden llegar a un acuerdo, por lo que cada vez está más cerca la posibilidad de una huelga en este complejo carbonífero, el principal del país y hoy considerado como el más grande del mundo a cielo abierto, que en total emplea a cerca de 13 mil trabajadores.

El miércoles pasado la empresa puso en la mesa una nueva oferta, que no representó ningún avance porque resultó similar a la primera y por tanto insatisfactoria para las aspiraciones del sindicato. Éste por su parte presentó a su vez una oferta en la que ajusta algunas peticiones a fin de facilitar el acuerdo, que es su principal objetivo. Sintracarbón aspira a  que la empresa tenga en cuenta en la propuesta, que debe llevar a la mesa hoy viernes, los ajustes realizados durante la etapa de negociación. Si la oferta tampoco es satisfactoria la huelga se da como un hecho, porque, según lo ratificó el sindicato, comenzará la consulta a las bases para que determinen si van a la huelga.

La clara posición de Sintracarbón en el proceso de negociación —que no ha estado exento de amenazas contra la vida de dos de los dirigentes negociadores y sus familias— ha recibido el apoyo solidario de la población guajira aledaña al complejo carbonífero, que el miércoles acompañó la manifestación que los trabajadores realizaron por las calles de Riohacha. Se espera que hoy viernes lo haga en un mayor número en las calles del municipio de Fonseca, principal centro habitacional de los trabajadores de El Cerrejón.

Actualmente la convención colectiva cobija a los 5.700 trabajadores con contrato directo de la empresa (4.300 afiliados a Sintracarbón), pero con repercusiones en las empresas contratistas que emplean cerca de 7 mil obreros, toda vez que en 6 de ellas rigen convenciones colectivas firmadas con Sintracarbón. Precisamente uno de los puntos que se discuten es la contratación directa de estos tercerizados.

Dos visiones diferentes del conflicto

Según la visión de Carbones del Cerrejón, compañía de propiedad de las multinacionales BHP Billiton, Xstrata y Angloamerican, la negativa a aceptar el pliego presentado por el sindicato se debe a las malas perspectivas en el negocio del carbón, afectado,—según la empresa, por el deterioro en los precios en el mercado internacional, la depresión de la economía mundial, el boom ambiental, la revaluación del dólar frente al peso colombiano, entre otros factores.

Frente a estos argumentos, el sindicato sostiene que son circunstancias cíclicas del mercado del carbón, en el que siempre los precios han fluctuado y obedecen a situaciones coyunturales, por tanto no es justificación para no acceder a las peticiones del sindicato. De hecho el crecimiento y las utilidades de la empresa fueron exorbitantes en 2011 y 2012, gracias entre otras cosas al esfuerzo de los trabajadores.

En efecto, según datos de 2011 (los de 2012 no han sido reportados oficialmente) los activos totales de El Cerrejón crecieron 24.52%, y su patrimonio aumentó 13.6%, mucho mayor que el crecimiento de la economía colombiana, que fue del 5,9%. Los ingresos operacionales, o sea aquellos que se obtienen gracias a la labor de los trabajadores en la mina y en el sistema de transporte ferroviario y portuario, creció 33,4%. Las utilidades bruta, operacional y neta crecieron 42,4%, 28,2% y 27,8% respectivamente. La rentabilidad operacional fue 40,55%, muy superior a la del sector minero en general, que fue del 7,97%. La rentabilidad neta de Carbones del Cerrejón es de 25,51%, frente a la rentabilidad neta del sector minero, que es de 6.1%.

Por otra parte, en 2011 la compañía invirtió el 53,27% de sus ingresos en costos de producción. De ese rubro, el 6,5% se invirtió en los trabajadores convencionados, e incluye salarios, prestaciones sociales, beneficios convencionales específicos, seguridad social, cesantías y pago de parafiscales.

En el año 2012 Carbones del Cerrejón exportó 32,8 millones de toneladas, superando en 800.000 toneladas su presupuesto inicial del año. Además confirmó que sigue adelante con su plan de expansión P40, en el que invertirá 1.300 millones de dólares, y ha comenzado a importar la maquinaria necesaria para cumplir con este propósito.

Por todas estas razones el sindicato presentó un pliego acorde con la realidad económica de la empresa y la riqueza que ésta genera, el cual consta de 51 puntos en los que plantea las situaciones sociales y laborales de los trabajadores y exige un aumento salarial del 11%, justificado en el hecho de que, frente a los estándares internacionales, los mineros colombianos son los peor pagados del mundo; y al hecho de que hay trabajadores que llevan 20 y 25 años en la empresa y  apenas ganan $1´900.000 de salario básico.

Sin embargo, los negociadores de la empresa aspiran a que los trabajadores acepten magros aumentos, de apenas el 3,44% en salarios y 2,44 % en otros rubros.

"También han dilatado las discusiones sobre derechos en materia de salud, educación y transporte, y se han negado a presentar propuestas frente a los problemas que impactan a los trabajadores tercerizados y las comunidades afectadas por la explotación carbonera", indicó Igor Díaz López, presidente de Sintracarbón.

El caso es que los trabajadores de El Cerrejón son muy vulnerables en el tema salud, ya que en La Guajira existe poca cobertura de servicios médicos y cualquier atención especializada implica desplazamientos a otras ciudades y viáticos para ellos y sus acompañantes. Con el agravante de que se trata de una actividad de alto riesgo, en el que se manejan equipos muy pesados (camiones que cargan 320 toneladas), hay exposición a cargas explosivas, altas concentraciones de polvo en el ambiente y temperaturas que a veces llegan a los 40º centígrados. De hecho hoy se cuentan 700 trabajadores que padecen enfermedades profesionales. De ahí que una de las demandas en las que el sindicato viene insistiendo de tiempo atrás, es que la minería a cielo abierto se declare como de alto riesgo, calificación que hoy solo tiene la minería de socavón.

En materia de educación la situación es similar: en La Guajira la oferta académica es baja, no más de 8 carreras profesionales, de ahí que sean importantes auxilios educativos que les garanticen a los hijos de los trabajadores estudiar en otras regiones del país.

Y en materia ambiental tampoco la empresa ha atendido lo contenido en el pliego presentado por los trabajadores, que exige mayor rigor en la protección del medio ambiente y la no desviación del río Ranchería. Esta desviación permitiría explotar los 350 millones de toneladas de carbón que se calcula hay bajo el lecho del río, pero al costo de un impacto ambiental tremendo en toda la región, para la cual el río es un cuerpo vital.

Un sindicato modelo

Sintracarbón, sindicato de industria desde 1996, es uno de los sindicatos del país que se puede presentar como modelo en la defensa de la equidad para los trabajadores, en su disposición al diálogo y sus importantes contribuciones a la productividad y resultados de la empresa. Carbones del Cerrejón es hoy una de las empresas privadas más importantes del país, ocupa el puesto 18º entre las más grandes en inversiones, el 6º en ingresos operacionales y la 3ª en ganancias netas. Y en el sector carbón es la primera en utilidades, a pesar de ser la segunda en inversiones. Todo ello gracias al esfuerzo de los trabajadores.

En los últimos tiempos Sintracarbón, además de presionar por mejores reivindicaciones para los trabajadores directos del Cerrejón, ha liderado la extensión de los derechos de asociación, sindicalización y negociación colectiva a los tercerizados. Asimismo ha promovido comités cívicos en defensa de los recursos hídricos de la región y apoyado a las distintas luchas sociales en su zona de influencia.

Amenazas contra el presidente y el tesorero

A la cicatería de Carbones del Cerrejón para atender el pliego de peticiones de los trabajadores, se suman las amenazas de que fueron objeto Igor Díaz López y Aldo Raúl Amaya Daza, presidente y tesorero de Sintracarbón respectivamente, y también miembros de la comisión negociadora.

Los días 6, 7 y 8 de enero individuos que aún no han sido identificados hicieron reiteradas llamadas al teléfono de la residencia de Amaya Daza, con mensajes amenazantes. Incluso se advirtió la presencia de sujetos armados en cercanías de la residencia. 

Y el 10 de enero la esposa de Díaz López recibió una llamada en su celular, en la que le advirtieron que sabían “donde vienen y van sus hijas”. Ya este dirigente el pasado 18 de julio había recibido una amenaza directa, en la que le daban un término perentorio para abandonar el país junto a su familia.

Ante este hecho, que tiene enorme gravedad en la historia de las relaciones laborales del sindicato con Carbones del Cerrejón, la Junta directiva del Sintracarbón emitió un comunicado de rechazo y denunció estas agresiones ante la Fiscalía en San Juan del Cesar, y las puso en conocimiento del Gaula de la Policía y de Carbones del Cerrejón, de la que espera una acción solidaria.

“Cuando Cerrejón ha sufrido atentados terroristas que afectan su operación y que han puesto en riesgo la seguridad de los trabajadores, Sintracarbón ha demostrado solidaridad con la empresa y ha apoyado las medidas de protección de las instalaciones y el personal. Lo ha hecho porque está convencido de que la buena marcha de la mina, la seguridad de quienes en ella trabajan y de las comunidades vecinas, y la estabilidad de la empresa y su sindicato, son responsabilidad de quienes participan de ambos”, señaló Igor Díaz.

El dirigente también aclaró que las amenazas no van a debilitar la capacidad de lucha de Sintracarbón en la búsqueda de mejores beneficios laborales y sociales para sus afiliados y la comunidad en general.